Imagine la red mundial como un sistema de estaciones de metro de una gran ciudad.
Cada parada es un documento único (normalmente una página web, pero puede ser un PDF, JPG u otros). Los motores de búsqueda (o buscadores) necesitan una manera de “rastrear” la ciudad entera y encontrar todas las estaciones a lo largo del trayecto, para que hagan uso del mejor camino disponible: los enlaces.
“La estructura de enlaces de la web sirve para vincular todas las páginas que existen”
(O, al menos todas aquellas a las que los buscadores pueden acceder). Mediante los enlaces, los robots de los buscadores, llamados “crawlers” o “spiders”, pueden llegar a los miles de millones de documentos interconectados.
Una vez que los buscadores encuentran estas páginas, su siguiente tarea es analizar sus códigos y almacenar secciones específicas de estas en enormes discos duros, para ser “recordados” cuando se les necesite en una consulta. Para cumplir con la monumental tarea de contener miles de millones de páginas a las que se pueda acceder en una fracción de segundo, los buscadores han construido enormes centros de datos por todo el mundo.
Estas gigantescas instalaciones de almacenamiento contienen miles de máquinas procesando cantidades de datos inimaginablemente grandes. Después de todo, cuando una persona realiza una búsqueda en cualquiera de los principales buscadores, estos solicitan resultados al instante – incluso una demora de 3 o 4 segundos puede ocasionar insatisfacción, así que los buscadores trabajan duro para ofrecer respuestas lo más rápido posible.
Cuando una persona busca algo en línea, se necesita que los buscadores recorran sus registros de miles de millones de documentos y hagan dos cosas: primero, devolver solamente aquellos resultados que sean relevantes para la búsqueda del usuario, y segundo, clasificar esos resultados de acuerdo a su valor o importancia estimada. El proceso de optimización para motores de búsqueda debe influir tanto en la “importancia” como en la “relevancia”.
Para los buscadores, la relevancia implica más que simplemente brindarte como resultado destacado una página que incluya las palabras que estás buscando. En los comienzos de la web, los buscadores no iban mucho más allá de este proceso simplista, y se dieron cuenta de que consecuentemente sus resultados salían perjudicados. Es así que, mediante evolución iterativa, hábiles ingenieros en los diferentes buscadores idearon mejores formas de encontrar resultados valiosos que los usuarios apreciaran y gustaran. Hoy, cientos de factores influyen en la relevancia, muchos de los cuales trataremos en esta guía.
La importancia es también un concepto difícil de cuantificar, pero los buscadores deben hacerlo lo mejor posible.
Actualmente, los buscadores más populares interpretan por regla general la importancia como popularidad: cuanto más popular es el sitio, página o documento, más valiosa debe ser la información que este contiene. Este supuesto ha resultado bastante exitoso a la práctica, ya que los buscadores han aumentado la satisfacción de los usuarios usando métricas que interpretan la popularidad.
La importancia es también un concepto difícil de cuantificar, pero los buscadores deben hacerlo lo mejor posible.
La popularidad y la relevancia no se determinan manualmente (gracias a Dios, porque tantas horas de trabajo requerirían que toda la población humana trabajara como mano de obra). En vez de eso, los buscadores utilizan ecuaciones matemáticas – algoritmos – para separar el trigo de la paja y luego clasificar el trigo por calidad de sabor (o como quiera que los granjeros determinen el valor del trigo). Estos algoritmos suelen constar de cientos de componentes. En el campo del marketing en buscadores, normalmente nos referimos a ellos como “factores de posicionamiento”. Para aquellos que estén especialmente interesados, Moz elabora cada año un documento que trata específicamente del tema – Factores de posicionamiento en los motores de búsqueda (2013).
Puedes suponer que los buscadores creen que la página Ohio State es la más relevante para la búsqueda “universidades”, mientras que el resultado Harvard es menos relevante/popular.
¿ENTONCES, CÓMO PUEDO TENER ÉXITO?
O CÓMO LOS EXPERTOS EN POSICIONAMIENTO WEB ESTUDIAN Y APRENDEN CÓMO TRIUNFAR EN LOS BUSCADORES.
Google recomienda lo siguiente para conseguir mejores rankings en su buscador:
– Crea páginas principalmente para los usuarios, no para los buscadores. No engañes a los usuarios ni muestres a los buscadores un contenido diferente del que ofreces a los usuarios (práctica conocida como cloaking).
– Crea un sitio web útil, con abundante información, y redacta páginas que describan el contenido de manera clara y exacta. Asegúrate de que los elementos title y los atributos ALT sean descriptivos y precisos.
– Usa palabras clave para crear URLs descriptivas y amigables de cara a las personas. Brinda sólo una URL para llegar a un documento determinado, usando redireccionamientos 301 o las etiquetas «canonical» para lidiar con el contenido duplicado.
Los técnicos de Bing en Microsoft recomiendan lo siguiente para conseguir mejores rankings en su buscador:
– En el texto visible de la página, incluye palabras que los usuarios puedan usar como términos de búsqueda para encontrar información en tu sitio web.
– Limita todas las páginas a un tamaño razonable. Recomendamos un tema por página. Una página HTML sin imágenes debería estar por debajo de los 150 KB.
– Asegúrate de que se pueda acceder a cada página desde al menos un enlace de texto estático.
-Si quieres indexar texto, no lo pongas dentro de imágenes. Por ejemplo, si quieres indexar el nombre o dirección de tu empresa, asegúrate de que no esté dentro de la imagen del logotipo de la empresa.
¡PERO NO TENGAS MIEDO, COMPAÑERO!
Registra un nuevo sitio web con palabras sin sentido (p.ej. ishkabibbell.com).
Crea múltiples páginas en ese sitio web, usando términos igualmente ridículos (p.ej. yoogewgally).
Prueba diferentes ubicaciones para textos, formatos, usos de las palabras clave, estructuras de enlace, etc., intentando hacer las páginas tan parecidas como puedas, con una única diferencia.
Vincula enlaces a tu dominio desde páginas bien rastreadas en indexadas en otros dominios.
Registra las actividades y las clasificaciones de las páginas.
En esta prueba, empezamos con la hipótesis de que un enlace en la parte superior del código de la página sería más influyente que otro más abajo en el código. Probamos esto creando un dominio sin sentido que enlazase con tres páginas, que llevasen la misma palabra sin sentido una sola vez. Después de que los buscadores rastrearan las páginas, descubrimos que la página vinculada al enlace en la parte superior de la página principal se posicionó la primera y continuamos nuestras iteraciones de prueba.
La inteligencia competitiva sobre las señales que podrían usar los buscadores y cómo estos pudieran ordenar los resultados también está disponible a través de las solicitudes de patentes que han hecho los principales buscadores en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos.
Quizá la más famosa de todas estas sea el sistema que produjo el nacimiento de Google en la residencia universitaria de Stanford a finales de los 90 – PageRank – documentado con la Patente #6285999 – como el método para clasificar los nodos en una base de datos vinculada. El artículo original sobre el asunto – Anatomía de un motor de búsqueda web hipertextual a gran escala – también ha sido materia de considerable estudio. Para aquellos que no se sienten muy cómodos con las matemáticas avanzadas, no se preocupen. Aunque las ecuaciones propiamente dichas pueden ser interesantes desde el punto de vista académico, los expertos en marketing en buscadores más talentosos no tienen ningún conocimiento del tema – no se requieren clases de refuerzo matemático para practicar la optimización para motores de búsqueda.
El resto de esta guía está dedicada a explicar estas prácticas de forma clara y concisa. ¡Disfrútala!